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• Hay eventos inesperados que me tienen en inestabilidad emocional (rompimientos, pérdidas).

• No me siento bien con mi entorno y con las personas que me rodean.

• Las cosas que antes me gustaban, ahora ya no tienen importancia y no las disfruto.

• Hay una situación que no puedo manejar o sobrellevar como antes.

• Con mi pareja y/o familia las relaciones se han fracturado, ya no nos comunicamos bien.

• He perdido la confianza y la conexión emocional con mi pareja. 

• Siento que mi relación no puede continuar, hay mucho daño pero no puedo hacer nada. 

• He decidido separarme y/o divorciarme  y no quiero que nuestros hijos sean armas en contra del otro.

• Me siento inseguro/a de estar educando bien a mi hijo/a, hay ocasiones que siento que no puedo controlarlo. 

• Cuando estoy redefiniendo mi vida y necesito trabajar sobre el camino a seguir. 

• Experimento mucha angustia y ansiedad en mi vida. 

• No disfruto mi sexualidad. 

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En general, cuando sabemos  que es necesario el apoyo de un profesional.